Sobre Diesel



Álbum, como ya avisamos, bastante corto y con propuestas no demasiado redondas si habíamos de destacar un tema. La elección del single fue la más cambiante de todo el Local Symphony, figurando primeramente un simpático Monster blues (finalmente juzgado como demasiado anecdótico), un solvente Demogracia después (que resultó demasiado liviano y extraño), y finalmente Diesel, que, encontrándose entre lo mejor del disco, quizá al final no sea lo más destacable. Para su elección jugó a favor su vivacidad y dinamismo y tuvo lugar en una habitación de un hotel, mientras Bliss tomaba un baño y El autor del viaje de Antonio trataba de dar las últimas puntadas al anuario.




Tras un primer tercio de la colección aceptable, el segundo tramo se tambalea y el tercero logra arrancarnos una sonrisa con dos versiones dignas de mención. La primera, Journey, surgió gracias a una artista que recurrió a la música de la Orquesta Arrecife para uno de sus vídeos, y la segunda, el Superfranzlgilang, particularmente jocosa, muy Retrato robot, cumplía con un viejo deseo de rendir homenaje a la música tirolesa. La idea era versionar el Auf Und Auf Voll Lebenslust, pero hubimos de conformarnos con el Mei Vata is a Appenzeller.
Por lo demás, el Testarossa es un trabajo con sonidos electrónicos bastante originales y funcionales, algo reminiscente a los ochenta, pero sin demasiado gancho comercial, y eso puede apreciarse en el sencillo.

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