Sobre Gufihtar




123 da comienzo con la resaca del álbum anterior y quizá su fría entrada tenga algo que ver con las dos semanas de asueto que hubo entre los dos trabajos. Con el solo de piano El tenedor (extrañamente extenso) es como si el norte empezara a vislumbrarse, pero no será a partir de La brújula, el quinto título, cuando 123 lentamente tome carrerilla, recobrando la fe perdida hasta el final del álbum.
Gufihtar es un single largo y con incontables secciones. Una laboriosa propuesta muy particular a la vez que arriesgada de cara a la audiencia, que ya ciñéndonos al círculo más cercano del autor, debemos reconocer que no encontró demasiada respuesta.
Para compensar esta dosis altamente alternativa, se conformaron dos temas subsiguientes bastante palomiteros, estos son Espinete blues y la medio versión Funklolo, recogida en la cara E.
Un álbum, en cuentas resumidas, no tan resultón como el Multiverso en calidad de conjunto, pero con muestras individuales bastante aceptables.

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