Sobre Waterfall



Álbum muy titubeante el Ataraxia, nuevamente tenemos que hacer mención al tono de balada melancólica, por momentos jazzística, y al tributo absurdo, a veces todo incluido en un mismo corte, para horror de más de alguno. Es el caso, sin ir más lejos, de un cuestionable Feliz no cumpleaños y otros temas cuya sensación más inmediata es que se alargan demasiado de forma innecesaria.

Waterfall entró en The purple room a petición de la crítica y la audiencia (en la extinta red The sixtyone, entre todos los temas presentados, solo fue superado por Galaxia, lo cual es un hito hasta cierto punto inexplicable). Vendría, en esencia, a constituir otra balada melodiosa y sentimental, y es posible que el título tenga mucho que ver con los sonidos de los primeros compases. A pesar de que su autor mostrara reservas con Waterfall, no hubo mucho más en el álbum, pues casi únicamente El sultán puede considerarse a posteriori como una alternativa al sencillo oficial, más o menos equiparable. Haberse decantado por El sultán, en definitiva, a parte de cambiar poco las cosas, hubiera contado con menos consenso.
Temas como El interfono, El Dorado o Doraña se dejan escuchar, dentro de las ya avisadas limitaciones del disco y el resto, siendo justos, puede pasar de puntillas.

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